viernes, 23 de septiembre de 2011

"Packing the neck"

Este post está dedicado a Chalie Weingroff, autor del artículo “Packing in the Neck”, sin el cual, seguiríamos destrozándonos el cuello cada vez que hiciéramos, tal y como se solían enseñar en el colegio y tradicionalmente en los gimnasios, ejercicios del estilo de deadlifts, sentadillas, buenos días, y cualquier otro en el que se produzca la más mínima tensión en la zona cervical.
“Packing in the neck”, que traducido sería algo parecido a “empaquetar el cuello”, consiste en posicionar tanto cervicales como el resto de la columna en posición neutral durante todo el movimiento. Si nos fijamos en las siguientes imágenes, la primera refleja la posición habitual que solemos ver en las salas de gimnasio y que, tradicionalmente, se ha considerado correcto, siendo la segunda imagen donde se posiciona la cabeza tal y como aconsejamos.  

Si os fijáis solo con mirar la primera foto ya duele. Entonces, ¿Por qué seguimos posicionando la cabeza y cuello de esta manera? Personalmente tengo dos teorías. La primera sería debido a que muchos de los ejercicios que se realizan habitualmente vienen de la halterofilia y el powerlifting, disciplinas donde se ha heredado tradicionalmente la creencia de que por mirar hacia delante o, incluso, hacía arriba, aumentaba la capacidad de desarrollar fuerza en estos ejercicios. Para ello solo hay que mirar como los halteras profesionales realizan sus ejercicios habituales. Es fundamental destacar que esta creencia persiste debido a que los entrenadores suelen ser atletas retirados que siguen los postulados con los que se les entrenó a ellos, y al igual les pasaba a sus entrenadores, por lo que, si nos remontamos suficiente, podríamos llegar al mono.  La segunda razón, según muchos piensan, es debido a la gran cantidad de espejos que encontramos en los gimnasios. Dichos espejos satisfacen la necesidad vanidosa de mucha gente de mirarse mientras realizan ejercicio, consiguiendo, en muchos casos, disminuir nuestra conciencia corporal. ¿Estoy arqueando la espalda?¿Llego a hiperextender las rodillas?¿Esta camiseta me hace parecer más grande o delgado? En muchas ocasiones se utilizan para justificar que la técnica de los ejercicios se realiza correctamente, y esto puede llegar a ser útil cuando se está aprendiendo a realizar un ejercicio, pero la realidad es que, una vez aprendida la técnica, no deberían ser necesarios llegando, incluso, a ser perjudiciales.


Charlie Weingroff, en el artículo que comento antes, explica cómo poner el cuello en extensión, tal y como se aprecia en la primera imagen, desestabiliza la zona  cervical y, por extensión, el resto de la columna. Posicionando el cuello como sugerimos, la columna es más estable, posibilitando un core más fuerte y una cadera más móvil, lo que aumenta el rendimiento y reduce el riesgo de lesión, sobretodo en zona cervical y espalda lumbar. Así es como se debería hacer:


Para explicar de la manera más fácil como posicionar el cuello, la idea sería imaginar que tenemos una cuerda atada a la barbilla por un extremo, y por el otro a la barra, y quisiéramos tirar de la barra con esa cuerda. Otra idea interesante para explicar cómo hacerlo sería intentar sacar papada, o como dicen los americanos, una doble barbilla, deslizando la cabeza hace atrás y la barbilla hacia abajo, teniendo en cuenta que no se trata de flexionar el cuello para acercar la barbilla al pecho, ya que esto provocaría el movimiento contrario al que desaconsejamos y sería igual de perjudicial, si no más.     

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